En una noche oscura de 1977, el famoso presentador Jack Delroy se prepara para emitir el programa más ambicioso —y peligroso— de su carrera: una edición especial de Halloween en su talk show nocturno. Con una audiencia en vivo y millones de espectadores mirando desde casa, el espectáculo promete romper todos los límites. Pero lo que nadie sabe… es que esa noche desatará algo mucho más oscuro que simples sustos.
Late Night with the Devil nos transporta al corazón de la televisión estadounidense de los años setenta, con sus luces brillantes, sus misterios ocultos y su desesperada lucha por el rating. Jack, atormentado por el reciente fallecimiento de su esposa y el declive de su carrera, ve en este episodio una oportunidad para redimirse… sin imaginar el precio que tendrá que pagar.
La velada comienza con humor, invitados extravagantes y una atmósfera festiva. Pero cuando una parapsicóloga aparece con una joven sobreviviente de un culto satánico —una niña que supuestamente fue poseída por una entidad demoníaca—, el programa cambia de tono. La tensión se espesa, la incomodidad crece, y el horror empieza a filtrarse, poco a poco, por cada rincón del estudio.
A través de una brillante mezcla entre found footage y metraje televisivo restaurado, la película juega con el realismo, haciéndote dudar de si lo que estás viendo es una simple ficción… o una transmisión maldita que realmente ocurrió. Es una experiencia que rompe la cuarta pared, te atrapa y no te suelta.
Las actuaciones son escalofriantemente auténticas. David Dastmalchian brilla como Jack Delroy, transmitiendo a la vez carisma, ambición y una fragilidad perturbadora. La joven poseída, interpretada con una intensidad sobrecogedora, se convierte en el epicentro de una pesadilla que crece minuto a minuto.
El horror en Late Night with the Devil no se basa en sustos fáciles, sino en una atmósfera que se envenena lentamente, donde lo sobrenatural se mezcla con lo mediático, y donde el verdadero terror puede surgir tanto de un espíritu demoníaco… como del alma humana.
La película no solo te asusta: te hace pensar en los límites del espectáculo, en la obsesión por la fama, y en lo que somos capaces de sacrificar por unos minutos de gloria. Es una crítica social afilada envuelta en una historia de terror elegante, ingeniosa y absolutamente perturbadora.
Si buscas un horror distinto, elegante pero brutal, Late Night with the Devil es una joya imprescindible. Prepárate para una noche televisiva que desafía la razón, destroza la pantalla… y deja una marca oscura en quien se atreva a mirar.