Black Sheep (2006)

En las verdes colinas de Nueva Zelanda, donde todo parece tranquilo y apacible, se esconde una amenaza inesperada… ¡las ovejas asesinas! Black Sheep (2006) es una comedia de terror única que convierte un símbolo de inocencia rural en una fuente de horror sangriento y humor negro.

La historia comienza con Henry, un joven que regresa a la granja familiar después de años de ausencia y que sufre una fobia severa a las ovejas. Lo que él no sabe es que su hermano Angus ha estado experimentando con ingeniería genética en el ganado… con consecuencias catastróficas.

Un accidente libera un cordero mutante sediento de sangre, y pronto los tranquilos pastizales se transforman en un campo de batalla. Las ovejas, ahora convertidas en criaturas feroces y hambrientas, comienzan a atacar a los humanos sin piedad, desatando una masacre insólita.

Atrapado entre sus miedos, la locura de su hermano y las hordas de ovejas mutantes, Henry debe enfrentarse a su trauma de infancia mientras lucha por sobrevivir. A su lado, una activista ecológica y un ayudante torpe añaden toques de comedia e ironía al caos general.

La película brilla por su mezcla perfecta de terror gore, efectos especiales prácticos y un humor absurdo que ridiculiza el género sin dejar de ser intensa. El contraste entre la serenidad del campo y la violencia sangrienta de las ovejas crea un tono tan impactante como hilarante.

Black Sheep no se toma demasiado en serio, y eso es parte de su encanto. Con escenas memorables y diálogos sarcásticos, ofrece una crítica divertida a la manipulación genética y al mundo agrícola moderno, todo mientras las ovejas devoran a sus víctimas.

Lo más impresionante es cómo logra mantener la tensión mientras provoca carcajadas, algo difícil de equilibrar en el cine de terror-comedia. Las criaturas están bien diseñadas, los efectos prácticos son grotescos y efectivos, y el ritmo nunca decae.

Si buscas una experiencia cinematográfica diferente, sangrienta y delirante, Black Sheep es una joya oculta que te hará reír, gritar y mirar a las ovejas con otros ojos. ¡Prepárate para un rebaño de pesadilla!