Prey (2021)

Prey (2021)
   

Prey (2021) es un thriller de supervivencia que combina tensión psicológica, misterio y una atmósfera claustrofóbica dentro de un entorno natural aparentemente pacífico. Esta producción alemana desafía las expectativas del espectador desde sus primeros minutos, ofreciendo una experiencia inquietante y cargada de suspense.

La trama sigue a Roman, quien se embarca en una excursión de senderismo junto a su hermano Albert y tres amigos, como parte de una celebración previa a su boda. Lo que comienza como una escapada tranquila al bosque se convierte rápidamente en una pesadilla cuando un francotirador desconocido comienza a perseguirlos sin razón aparente.

Lo más aterrador de Prey es su realismo. No se trata de un asesino sobrenatural ni de una criatura mítica, sino de una amenaza humana, silenciosa y letal. El enemigo no da la cara, no explica sus motivos, y eso intensifica la ansiedad y el desconcierto de los protagonistas… y del espectador.

A medida que el grupo trata de sobrevivir, afloran los conflictos internos, secretos del pasado y tensiones personales. La amenaza externa se entrelaza con la fragilidad emocional de los personajes, en especial entre Roman y su hermano, cuya relación se ve empujada al límite.

 

La cinematografía juega un papel clave: planos cerrados en medio del bosque, una paleta de colores fríos y sonidos ambientales cuidadosamente usados para crear una sensación de aislamiento y peligro constante. Cada crujido de hojas o disparo lejano provoca un sobresalto.

El guion apuesta por un ritmo que va creciendo en intensidad, sin necesidad de recurrir a grandes efectos especiales. La amenaza invisible convierte el bosque en una trampa mortal, donde cualquier sombra puede ocultar la muerte. La tensión se mantiene hasta los últimos minutos, con giros que mantienen al espectador al borde del asiento.

El personaje del tirador es particularmente inquietante por su aparente falta de motivación. ¿Por qué mata? ¿Qué lo impulsa? Esta ambigüedad genera un miedo más profundo y reflexivo: el miedo a lo irracional, al mal sin rostro, al peligro que acecha sin lógica.

Prey es una película perfecta para quienes disfrutan de thrillers intensos, donde la naturaleza se convierte en un enemigo más, y donde la verdadera lucha no es solo por sobrevivir, sino por mantener la cordura frente al miedo más puro.