Planet Terror (2007), dirigida por Robert Rodriguez, es un homenaje desbordante al cine de serie B y al terror gore de los años 70 y 80. Con un estilo visual único, personajes excéntricos y una acción desenfrenada, la película ofrece una experiencia cinematográfica intensa, sangrienta y absolutamente divertida.
La historia comienza cuando un experimento militar sale mal y un gas tóxico se libera en una pequeña ciudad de Texas. En cuestión de horas, los habitantes empiezan a transformarse en grotescos zombis sedientos de sangre, sembrando el caos y el horror por todas partes.
En medio del apocalipsis, un grupo de supervivientes se une para combatir la amenaza, liderados por la ex go-go dancer Cherry Darling, quien tras perder una pierna recibe una ametralladora como prótesis. A su lado, el misterioso El Wray y otros personajes disfuncionales intentan sobrevivir a la plaga mortal.
Planet Terror se destaca por su estética retro: grano de película visible, colores saturados, efectos prácticos y cortes abruptos que simulan una cinta maltratada. Todo está diseñado para parecer una película perdida de los grindhouse de antaño, llena de exageraciones y estilo.
Los diálogos cargados de humor negro, las escenas de acción estilizadas y la violencia desmesurada hacen de esta película una montaña rusa de adrenalina y locura. Es grotesca, sí, pero también increíblemente entretenida y adictiva.
Además de su impacto visual, la cinta presenta personajes memorables, desde médicos corruptos hasta soldados enloquecidos, todos atrapados en un entorno donde la lógica ha desaparecido y solo queda luchar o morir.
La actuación de Rose McGowan como Cherry Darling es tan icónica como audaz. Su evolución de bailarina a guerrera zombi es tan absurda como empoderadora, convirtiéndola en una heroína inolvidable dentro del cine de culto.
Planet Terror no es solo una película de terror zombi, sino un espectáculo visual y narrativo que celebra lo trash con inteligencia y pasión. Es un festín sangriento para los fanáticos del cine extremo, irreverente y sin límites.