Polaroid (2019) – Una Cámara Maldita y un Terror Inescapable
Polaroid (2019), dirigida por Lars Klevberg, es una película de terror sobrenatural que combina misterio, suspenso y una atmósfera inquietante. Inspirada en el cortometraje del mismo nombre, la historia sigue a Bird Fitcher (Kathryn Prescott), una joven tímida y solitaria que trabaja en una tienda de antigüedades. Su vida cambia drásticamente cuando encuentra una vieja cámara Polaroid con un oscuro secreto.
Al principio, Bird ve la cámara como un objeto curioso y toma fotos de sus amigos sin sospechar nada. Sin embargo, pronto descubre que cada persona fotografiada por la Polaroid sufre una muerte aterradora e inexplicable. El horror se intensifica cuando Bird y sus amigos intentan deshacerse de la cámara, solo para darse cuenta de que no pueden escapar de su maldición.
Mientras buscan respuestas, descubren que la cámara está vinculada a una tragedia del pasado. La maldición parece estar conectada con un oscuro asesinato y el espíritu vengativo de un hombre atormentado. Bird y su grupo deben correr contra el tiempo para desentrañar el misterio antes de que la cámara los marque a todos para morir.
Uno de los aspectos más aterradores de Polaroid es su atmósfera opresiva y su uso inteligente de la luz y las sombras. La película crea momentos de tensión genuina, utilizando la fotografía como una herramienta del miedo. Cada vez que el flash de la Polaroid se dispara, la sensación de peligro se intensifica, dejando a los personajes atrapados en una pesadilla visual.
Las actuaciones del elenco, especialmente de Kathryn Prescott, logran transmitir el miedo y la desesperación de los personajes mientras intentan sobrevivir. La película no solo ofrece sustos efectivos, sino que también explora la amistad, la culpa y los secretos del pasado que pueden condenarnos.
A medida que avanza la trama, Bird descubre que la clave para romper la maldición radica en enfrentar la verdad detrás de la cámara. La revelación final es escalofriante y da un giro inesperado a la historia, llevando a un clímax lleno de horror y adrenalina.
Polaroid se destaca por su concepto original y su enfoque en un objeto cotidiano convertido en un instrumento de muerte. La idea de una cámara que sentencia a sus víctimas a un destino inevitable añade un nivel de terror psicológico, haciendo que el espectador cuestione el poder de la imagen y su conexión con lo sobrenatural.
En conclusión, Polaroid es una película de terror efectiva que mezcla mitología urbana con el suspenso clásico. Con una premisa intrigante, escenas impactantes y un misterio atrapante, logra mantener la atención del público y dejar una sensación inquietante. Sin duda, es una historia que hará que cualquiera piense dos veces antes de tomar una foto.