Alpha (2018)

Alpha (2018)
   

En el año 20.000 a.C., en plena era glacial, la humanidad lucha por sobrevivir en un mundo hostil y peligroso. Alpha (2018), dirigida por Albert Hughes, nos transporta a este período prehistórico con una historia de aventura, supervivencia y amistad inesperada. La película combina un impresionante realismo visual con una narrativa emotiva, explorando el vínculo entre el ser humano y el mejor amigo del hombre: el lobo.

El protagonista de la historia es Keda (Kodi Smit-McPhee), un joven perteneciente a una tribu de cazadores nómadas. En su primer viaje de caza, un accidente lo separa de su grupo, dejándolo solo en la vasta y despiadada naturaleza. Herido y sin experiencia en la supervivencia, Keda debe encontrar la manera de regresar a casa antes de que el invierno mortal lo alcance.

En su travesía, Keda se cruza con un lobo también herido, que ha sido abandonado por su manada. En lugar de enfrentarse a la criatura como un enemigo, decide cuidarlo y ganarse su confianza. Poco a poco, el miedo y la desconfianza se transforman en una conexión profunda, dando origen a una amistad improbable que cambiará la historia de ambos.

Juntos, Keda y el lobo, al que llama "Alpha", enfrentan los peligros de un entorno implacable. Desde tormentas de nieve hasta depredadores letales, la naturaleza no les da tregua. Sin embargo, la mutua cooperación y el aprendizaje compartido los fortalecen, demostrando el poder del instinto y la amistad en los momentos más difíciles.

 

La película se destaca por su fotografía impresionante, capturando paisajes majestuosos que realzan la sensación de aislamiento y lucha por la supervivencia. Además, el uso de una lengua prehistórica ficticia, con subtítulos, sumerge al espectador en la atmósfera de la época, haciendo la experiencia aún más inmersiva y auténtica.

Alpha no solo es una historia de supervivencia, sino también un relato sobre la domesticación del lobo, lo que sugiere cómo pudo haber nacido la relación entre humanos y perros. La evolución del vínculo entre Keda y Alpha es el núcleo emocional de la película, demostrando que la lealtad y la compasión pueden trascender las diferencias entre especies.

Con una banda sonora épica y una emotiva actuación de Kodi Smit-McPhee, la película logra equilibrar la acción con momentos conmovedores. La evolución del personaje principal es notable, pasando de ser un joven inseguro a un líder resiliente, aprendiendo a confiar en su instinto y en su compañero de viaje.

En definitiva, Alpha es una película visualmente impresionante y emocionalmente poderosa. Nos recuerda la importancia de la conexión entre los seres vivos y cómo la cooperación ha sido clave en la supervivencia humana. Con una historia envolvente y una dirección magistral, esta obra es una joya del cine de aventuras que deja una huella imborrable en el corazón del espectador.